lunes, 21 de diciembre de 2009

¿En tres meses me pongo fuerte?

La verdad es que quería empezar a publicar las entradas sobre nutrición que estuve preparando, pero no se me ocurre peor momento que éste, donde todo el mundo se está poniendo morado con el turrón. Mejor hablamos de un tema que case mejor con las fiestas.

Termina el año. Toca mirar para atrás y hacer balance. Luego, mirar para adelante y formular los propósitos para el año nuevo. Por suerte para mí y la sanidad pública, apuntarse al gym sigue estando entre los top 3 de todos los años: Dejar de fumar, empezar a cuidarse y estudiar inglés.

En enero, suele haber una avalancha de nuevos socios en el gimnasio. En mayo pasa algo parecido: en cuanto sacamos del armario la ropa livianita y vemos que disimula los michelines mucho peor que las cazadoras, empieza lo que en el sector se llama Operación Bikini. Septiembre es algo así como un mini-enero: volvemos de vacaciones, empieza el ciclo lectivo, por lo que también es una buena fecha para empezar, para algunos.

El paso de apuntarse al gym es ya de por sí gigante, así que todos son bienvenidos. Pero lamentablemente, con eso no basta. Además, hay que ir a entrenar. Para la mayoría, todo quedará en un buen propósito. Creo que hay un error de concepto: Al gimnasio no se va a ponerse en forma y ya está, como si se tratara de una cirugía estética. Primero, porque en 3 meses no lograremos gran cosa y segundo, porque los beneficios cesarán el día siguiente al que no vayamos a entrenar. Cuidarse debe de ser parte de una manera de vivir, transformarse en un hábito. Los espectaculares resultados que consiguieron los “Socios SOHO del mes”, indefectiblemente precisaron de tiempo y constancia.

Un cuerpo no se transforma en un mes… ni en tres. Nos sentiremos mucho mejor desde la primera semana en el gym, sí, y podemos apreciar cambios significativos a partir de los 6 meses, pero los cambios radicales se logran en años. Cuando pregunto qué objetivo tienen a los nuevos socios, muchas veces me miran y dicen: Quiero estar como tú. Ningún problema, les digo. Prepárate para entrenar los próximos 22 años.

Yo empecé formando mi cuerpo compitiendo en natación.


Como podéis ver, no le ganaba ni a mi hermana. A todos aquellos que sospechan que nací con mi six-pack, aquí les enseño la prueba de que no había rastro de él a mis 14 años (soy el 3º de izquierda a derecha).


Cuando empecé a nadar a los 16, compitiendo de verdad, me estilicé un poco, pero me quedé con esta impresionante masa muscular (No, la de la rubia no. Soy el que está al lado).


Jamás he conocido a nadie que no responda al entrenamiento de resistencia, que es como se llama el tipo de ejercicios que habitualmente hacemos en el gym, pero los plazos suelen ser más largos de lo que a todos nos gustaría. Estoy convencido de que entrenando bien y en los plazos adecuados, todos pueden conseguir los resultados que se propongan. Se trata de transformar un cuerpo, así que nadie, en su sano juicio, puede esperar que suceda de la noche a la mañana. Para esa clase de milagros, mirad la tarifa de Ivo Pitanguy.

Un hábito, decíamos. Cuando trabajaba en publicidad, y los lunes, martes, jueves y viernes, cogía mi mochila a las 2 y salía disparado para el gimnasio donde entrenaba, no había ocasión en la que no me cruzara con alguien de la agencia que exclamara: ¿Otra vez al gimnasio? ¡Qué fuerza de voluntad!

Inútil explicarles, una y otra vez, que yo tenía unas ganas locas de entrenar, que volvía a las 4 con muchísima más energía de la que tenía a la mañana, que soportaba mucho mejor las noches anteriores a las presentaciones, trabajando contrarreloj hasta las 4 de la mañana. No se creían que el miércoles, mi día de descanso, era el que más largo me resultaba y me sentía más cansado y desganado. Inútil describirles la sensación orgásmica después de la ducha que sigue al entrenamiento: El que no lo ha experimentado, nunca lo entenderá.

¿En 3 meses me pongo fuerte? es la pregunta más escuchada en mayo. La respuesta es NO, y el que diga lo contrario, miente. Todos los cuerpos reaccionan en forma diferente al ejercicio físico. Depende de muchísimos factores: Genética, alimentación, pasado atlético, horas de sueño, intensidad en los entrenamientos, estado anímico, etc. Por supuesto, es completamente diferente entrenar a alguien que compitió en un deporte a alto nivel varios años, que a otra persona que en su vida a hecho nada. El cuerpo del primero reaccionará casi inmediatamente, mientras que con el segundo, tendremos que empezar a trabajar desde la coordinación, pues hasta le costará que sus brazos o piernas, obedezcan las órdenes que emite su cerebro y le será complicado realizar hasta los ejercicios más sencillos.

Esto es una carrera a largo plazo. Aunque lo habitual para muchos suele ser venir 2 meses y dejar 4, entrenar otros 2 y dejar 6, y así … cuando no dejan nada más comenzar. Ponen 5 hileras de ladrillos y las derriban, y después otras 4, para tirarlas abajo otra vez. El edificio no se termina jamás. Cuando terminó el segundo año del SOHO, consulté las estadísticas para saber cuántos de mis primeros 100 socios seguían activos. Fue para llorar: sólo 18.

A todos los que, alguna vez, intentaron empezar a cuidarse sin éxito, les sugiero que cuando decidan hacerlo de nuevo, cambien el chip. Intenten tomarse el deporte como un juego con el que pasárselo bien, como sugieren estos geniales anuncios de Nike:
http://www.youtube.com/watch?v=dVC6bvUBkRg
http://www.youtube.com/watch?v=fpyhpisoWf4

Mucha gente dice que el gimnasio es aburrido. Cómo se nota que nunca vieron cómo se lo pasan en el SOHO el grupo de las mañanas, el de los mediodías, los chavales antes de las 17 y el ya tradicional grupo de las noches. Yo sigo sosteniendo, contra viento, marea y cuanto macrogimnasio con mil actividades abran, que si se enseña bien a entrenar, para que la persona sepa qué músculo está trabajando, cómo se hace cada ejercicio, cómo no y por qué y cambiando la rutina cada 15 días, el entrenamiento personalizado no es para nada aburrido, siendo el único con el que se consiguen resultados de verdad.

En estas fechas señaladas, quiero agradecer a todos vosotros, lectores, hacer posible este blog, especialmente, a todos los que os habéis atrevido a escribir comentarios, sugerencias, agradecimientos o ánimos, que me llenan de satisfacción.

Les deseo, sinceramente, que el 1 de enero de 2010 comience para todos vosotros la mejor parte de vuestras vidas. Si el SOHO puede contribuir, aunque sea mínimamente, a cumplir ese objetivo, me sentiré infinitamente feliz como monitor y como persona.

Estimad@s soci@s: Felices Fiestas y… ¡A por ello!

http://www.sohofitnessclub.com/