Jóse, ¿qué ejercicio hago para quitarme la tripa?, es otra de las Top 5 entre las preguntas que me hacen en el gym. La respuesta correcta es: TODOS.
Y es que no existe un ejercicio que queme grasa localizadamente. Como ya hablamos en la entrada “La grasa no se suda”, lo único que está a nuestro alcance para quemar grasa es aumentar el metabolismo basal, tonificando los músculos, e incrementar el total de calorías gastadas, haciendo ejercicio, hasta que sea superior al número de calorías ingeridas.
La mayoría piensa que la tripa se va haciendo 10.000 abdominales o corriendo hasta desfallecer, todos los días. No es cierto. Una cosa es tener unos abdominales de acero y otra muy distinta es lograr que se vean. El dichoso aparatito “Anunciado en TV”, que promete el deseado six-pack a fuerza de calambrazos, puede que te ayude a ganar tono muscular en tus abdominales, pero jamás conseguirá que puedas lucirlos en la playa.
Los ejercicios abdominales colaboran con la quema de grasas en la medida del tamaño de ese músculo, o sea no mucho. Podemos afirmar que haciendo cuádriceps, bajamos más tripa que haciendo abdominales. Ejercitar las piernas es una garantía para elevar el metabolismo, pues las conforman los músculos más grandes del cuerpo, con diferencia.
Todos aquellos amantes de la rutina “Hoy también toca pecho/bíceps”, deberían saber que un tren inferior desarrollado, ayudará a definir más la parte superior del cuerpo, resaltando su tamaño. Visualmente, una musculatura definida parece mucho más grande.
El otro falso mito para bajar de peso está relacionado con los ejercicios cardiovasculares: correr, bicicleta, elíptica, etc. Abusando únicamente de éstos, sólo se consigue quemar masa muscular, disminuyendo el metabolismo y, por lo tanto, agravando el problema: Incluso con una ingesta menor de calorías, superaríamos el nivel de las calorías gastadas y acumularíamos grasa.
Sus beneficios son espectaculares, eso sí, en conjunto con la tonificación muscular y SIEMPRE después de ella, al final de la rutina. Con la tonificación nos aseguramos mantener elevado el metabolismo y quemamos el combustible que el cuerpo tiene más a mano, el glucógeno. Cuando pasemos al cardio, las reservas de ese combustible estarán agotadas, por lo que el cuerpo empezará a quemar la siguiente fuente de energía disponible, la grasa acumulada, desde el primer minuto.
Si empezáramos nuestra rutina con los ejercicios cardiovasculares, el cuerpo quemaría el glucógeno al principio, comenzando a quemar grasa a partir del minuto 20 o más, con la agravante de no tener glucógeno disponible para la rutina anaeróbica que nos queda pendiente: mal negocio por duplicado.
Por supuesto, la tripa resistirá estoicamente en su sitio si no seguimos la dieta adecuada. De nada servirá incrementar el metabolismo con la tonificación y quemar grasa con el cardio, si elevamos la ingesta de calorías por sobre lo que gastamos.
Ya puestos a ponernos en forma, los resultados serán directamente proporcionales a la intensidad con la que entrenemos, entre otros muchos factores. No es lo mismo dar el “paseo de la abuela” con la bici estática, que forzar hasta el último sprint, para darlo todo, ni tampoco hacer 10 repeticiones descafeinadas, que apretar el músculo, al máximo, en cada movimiento. Mucho más provechosas resultan 10 abdominales bien hechas, que 50 mal realizadas.
¿Cuántas abdominales hace Ud. al día?, dice la leyenda que le preguntaron a Mohamed Alí. No lo sé, respondió. Sólo cuento desde que empiezan a doler.
http://www.sohofitnessclub.com/
viernes, 25 de septiembre de 2009
lunes, 14 de septiembre de 2009
Schwarzenegger es un chico.
Creo que en España hay una barrera cultural por superar, con respecto al fitness. Cada vez que un gorila de discoteca da una paliza, leo en las noticias cómo lo califican despectivamente de “aficionado a los gimnasios”, como si esto, por sí mismo, fuese malo. La abrumadora mayoría de nosotros, sólo queremos ponernos en forma y sentirnos bien, disfrutando de los infinitos beneficios a nivel físico y mental, que el ejercicio nos proporciona.
Volviendo a la barrera cultural, en general es especialmente infranqueable entre las personas mayores y las mujeres. A los primeros, que trabajaron de sol a sol en pesadas tareas, les cuesta entender que alguien pague para hacer ejercicio. Pero el sedentarismo actual ha transformado a la obesidad en la primera epidemia no infecciosa de la historia, según la OMS.
Las chicas suelen asociar ejercicio para ellas con coreografías de aerobics, steeps, etc. Mi modesta opinión es que esas clases colectivas no sirven para nada. Entre las 20 o 25 personas que hay en una sala, hay gorditas, muy delgadas, con problemas de espalda y recientes mamás y … ¡todas hacen lo mismo!, independientemente de su objetivo. Además, el/la instructor/a no puede parar la clase para corregir una postura o un movimiento. Ninguna consigue lo que busca y hasta alguna se lesiona.
Además, abusar de los ejercicios aeróbicos, produce el mismo efecto que una dieta baja en calorías, cuando no se acompaña con la tonificación muscular: A corto plazo, pueden hacer perder peso, debido a la disminución de la masa muscular. Pero como esto hace bajar el metabolismo, a medio plazo lo recuperaremos todo y más, quedando en una situación peor a la inicial, pues tendremos mayor componente de grasa y menos músculo.
Es que las clases son más divertidas, esgrimen algunas. Yo, cuando quiero divertirme, me voy al Aqualandia. Si deseo un trabajo serio para el cuerpo, no hay como un entrenamiento personalizado.
Pero cuando una chica viene a informarse al gym, después de preguntarme si esto también es para ellas, indefectiblemente me advierte: ¡Yo no quiero ponerme cachas!
Tranquilas, chicas. Ni aunque quisierais. Vosotras no producís la testosterona suficiente para generar la hipertrofia muscular. Las culturistas de mandíbulas cuadradas (y casi pelo en pecho) que veis en la TV, se han inyectado hormonas masculinas.
¡Yo no quiero músculo!, me dicen otras. Sí lo queréis. Dejad de pensar en él como un enemigo. El músculo es lo único con lo que podemos dar las formas bonitas al cuerpo. Cuando vemos un buen culo en la playa, vemos músculo. Una tripa plana, la cara interna de los muslos, tensos y los brazos sin colgajos, también son músculo.
Sé que no queréis pareceros a Arnold. Preferís los músculos de Madonna o los de Sharon Stone en la reciente portada del Paris Match, que con 50 años está estupenda. Ellas no hacen aerobics, hacen ejercicios de tonificación combinados con cardiovasculares. Con la rutina adecuada, esculpiremos un músculo fibroso (no voluminoso) con las formas deseadas y quemaremos grasa. Además, vuestro metabolismo será más alto, por lo que podréis ingerir más calorías sin engordar y estaréis realizando el único tratamiento efectivo, y no sólo cosmético, contra la celulitis. ¿A que suena bien?
Chicas…las estamos esperando.
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Volviendo a la barrera cultural, en general es especialmente infranqueable entre las personas mayores y las mujeres. A los primeros, que trabajaron de sol a sol en pesadas tareas, les cuesta entender que alguien pague para hacer ejercicio. Pero el sedentarismo actual ha transformado a la obesidad en la primera epidemia no infecciosa de la historia, según la OMS.
Las chicas suelen asociar ejercicio para ellas con coreografías de aerobics, steeps, etc. Mi modesta opinión es que esas clases colectivas no sirven para nada. Entre las 20 o 25 personas que hay en una sala, hay gorditas, muy delgadas, con problemas de espalda y recientes mamás y … ¡todas hacen lo mismo!, independientemente de su objetivo. Además, el/la instructor/a no puede parar la clase para corregir una postura o un movimiento. Ninguna consigue lo que busca y hasta alguna se lesiona.
Además, abusar de los ejercicios aeróbicos, produce el mismo efecto que una dieta baja en calorías, cuando no se acompaña con la tonificación muscular: A corto plazo, pueden hacer perder peso, debido a la disminución de la masa muscular. Pero como esto hace bajar el metabolismo, a medio plazo lo recuperaremos todo y más, quedando en una situación peor a la inicial, pues tendremos mayor componente de grasa y menos músculo.
Es que las clases son más divertidas, esgrimen algunas. Yo, cuando quiero divertirme, me voy al Aqualandia. Si deseo un trabajo serio para el cuerpo, no hay como un entrenamiento personalizado.
Pero cuando una chica viene a informarse al gym, después de preguntarme si esto también es para ellas, indefectiblemente me advierte: ¡Yo no quiero ponerme cachas!
Tranquilas, chicas. Ni aunque quisierais. Vosotras no producís la testosterona suficiente para generar la hipertrofia muscular. Las culturistas de mandíbulas cuadradas (y casi pelo en pecho) que veis en la TV, se han inyectado hormonas masculinas.
¡Yo no quiero músculo!, me dicen otras. Sí lo queréis. Dejad de pensar en él como un enemigo. El músculo es lo único con lo que podemos dar las formas bonitas al cuerpo. Cuando vemos un buen culo en la playa, vemos músculo. Una tripa plana, la cara interna de los muslos, tensos y los brazos sin colgajos, también son músculo.
Sé que no queréis pareceros a Arnold. Preferís los músculos de Madonna o los de Sharon Stone en la reciente portada del Paris Match, que con 50 años está estupenda. Ellas no hacen aerobics, hacen ejercicios de tonificación combinados con cardiovasculares. Con la rutina adecuada, esculpiremos un músculo fibroso (no voluminoso) con las formas deseadas y quemaremos grasa. Además, vuestro metabolismo será más alto, por lo que podréis ingerir más calorías sin engordar y estaréis realizando el único tratamiento efectivo, y no sólo cosmético, contra la celulitis. ¿A que suena bien?
Chicas…las estamos esperando.
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martes, 1 de septiembre de 2009
Envía TABLETA DE CHOCOLATE al 8888
Algunas de las preguntas que lideran el ranking en el gym, son las referidas a los Abdomineitors, Total-Timogyms y, últimamente, los VibroMuch, de turno. Me da mucha rabia que en la publicidad se juegue con la ilusión de la gente, prometiendo milagros instantáneos, sin sudar, sin esfuerzo.
Les aseguro que todos los cuerpos que aparecen en esos anuncios han sido formados en un gimnasio y después de entrenar muchísimo más que 5 minutos al día. Yo mismo rodé uno con Ana Obregón, mostrando las virtudes de un aparato para hacer abdominales que jamás en la vida usé. Les pido disculpas, estimad@s soci@s, pero era joven y necesitaba el dinero.
Todos estos inventos son carne de trastero, más tarde o más temprano, como podría demostrar la colección de ellos que tendría, de aceptar todas las bicicletas estáticas, pseudos-escaladores y cintas, que me quieren endosar sus decepcionados dueños, cuando se cansan de usarlos como galán de noche.
Si hace falta una considerable fuerza de voluntad para ir al gimnasio 3 o 4 veces por semana, hay que ser un monje Shaolin, como dice Claudio en su comentario, para la aburridísima tarea de hacer siempre bicicleta en la soledad de tu habitación o para enfrentarse diariamente a la compleja operación “arma y desarma desde la configuración cuádriceps a la configuración bíceps”, que nunca muestran en la tele, claro.
Con suerte te aburrirás por falta de resultados y lo dejarás o quizás termines con una lesión por un pedal no perfectamente alineado, como le pasó a Martín o alguna otra peor, por culpa de una amortiguación de una cinta que dista mucho de la de una máquina profesional, que vale unas 10 o 15 veces más, por algo.
Si es que está todo inventado. La única fórmula que funciona es la de toda la vida: Tonificación muscular + ejercicios cardiovasculares, en ese orden, al menos 3 veces a la semana, variando los ejercicios semanalmente y la rutina, quincenalmente.
Recordad que el músculo tarda 15 días en acostumbrarse a unos determinados ejercicios y a un número de series y repeticiones. Por eso, es importantísimo cambiar, sorprenderlo desde todos los ángulos posibles, ejercitándolo alternadamente con máquinas, poleas, barras, mancuernas y diferentes rutinas, para evitar el estancamiento.
Lo único que produce efectos mágicos es la constancia y a esa sí que no la venden en TV. Lo sé, cuesta mucho, pero los beneficios compensan con creces. Y si no, pregunten a Álvaro, Noelia, José Carlos, Elías, El Primo y Don Andrés de ¡80 años!, que no faltaron ni un solo mes desde enero de 2007, cuando abrimos juntos el SOHO.
http://www.sohofitnessclub.com/
Les aseguro que todos los cuerpos que aparecen en esos anuncios han sido formados en un gimnasio y después de entrenar muchísimo más que 5 minutos al día. Yo mismo rodé uno con Ana Obregón, mostrando las virtudes de un aparato para hacer abdominales que jamás en la vida usé. Les pido disculpas, estimad@s soci@s, pero era joven y necesitaba el dinero.
Todos estos inventos son carne de trastero, más tarde o más temprano, como podría demostrar la colección de ellos que tendría, de aceptar todas las bicicletas estáticas, pseudos-escaladores y cintas, que me quieren endosar sus decepcionados dueños, cuando se cansan de usarlos como galán de noche.
Si hace falta una considerable fuerza de voluntad para ir al gimnasio 3 o 4 veces por semana, hay que ser un monje Shaolin, como dice Claudio en su comentario, para la aburridísima tarea de hacer siempre bicicleta en la soledad de tu habitación o para enfrentarse diariamente a la compleja operación “arma y desarma desde la configuración cuádriceps a la configuración bíceps”, que nunca muestran en la tele, claro.
Con suerte te aburrirás por falta de resultados y lo dejarás o quizás termines con una lesión por un pedal no perfectamente alineado, como le pasó a Martín o alguna otra peor, por culpa de una amortiguación de una cinta que dista mucho de la de una máquina profesional, que vale unas 10 o 15 veces más, por algo.
Si es que está todo inventado. La única fórmula que funciona es la de toda la vida: Tonificación muscular + ejercicios cardiovasculares, en ese orden, al menos 3 veces a la semana, variando los ejercicios semanalmente y la rutina, quincenalmente.
Recordad que el músculo tarda 15 días en acostumbrarse a unos determinados ejercicios y a un número de series y repeticiones. Por eso, es importantísimo cambiar, sorprenderlo desde todos los ángulos posibles, ejercitándolo alternadamente con máquinas, poleas, barras, mancuernas y diferentes rutinas, para evitar el estancamiento.
Lo único que produce efectos mágicos es la constancia y a esa sí que no la venden en TV. Lo sé, cuesta mucho, pero los beneficios compensan con creces. Y si no, pregunten a Álvaro, Noelia, José Carlos, Elías, El Primo y Don Andrés de ¡80 años!, que no faltaron ni un solo mes desde enero de 2007, cuando abrimos juntos el SOHO.
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